lunes, 22 de marzo de 2010


Extracto del diario personal del General Von Falkenhausen.

Cuartel general del Alto Mando Alemán destinado en Nanking, China.

1 de Julio de 1937

Esta mañana, tras entrevistarme con el ministro Wei Kuo, quien nos ha asegurado que no se espera ninguna intervención militar por parte del Japón en territorio chino, me he encontrado con la difícil tarea de convencer a los oficiales del ObK. de que su misión es mantener la calma y no ceder ante las provocaciones de sus vecinos los japoneses. De hecho, y tras mucho meditarlo, consideramos que la única via posible para mantener el estatu quo en el extremo oriente es mantenerse pasivos, tolerantes y a la espera de un ataque sorpresa por parte de los nipones, que mucho me temo aun a pesar de lo que diga el ministro Kuo, es inminente.

Por todo ello he presentado un memorándum que el coronel Kruegel ha cablegrafiado a Berlin esta mañana en el que se solicitaba de nuestros “honorables” socios chinos la total colaboración con el Reich para los siguientes puntos;

• Atacar las provincias rebeldes de Kuangsí y Kuangtung
• Esperar un ataque Japonés
Para derrotar al Japón aconsejo que:
• Una guerra de desgaste alrededor del rio Amarillo
• Dejar por el momento regiones del norte de China y Manchuria poco a poco y que los japoneses fueran pagando muy duramente cada uno de ellos
• Aéreas fortificadas en zonas mineras,costeras,fluviales estratégicas
• Incursiones costeras y fluviales
• Guerra de guerrillas en territorio ocupado
• Infiltraciones de pequeños grupos bien armados como los grupos de asalto Alemanes de la gran guerra (Stürmtruppen)
• Además contención de la insurgencia Comunista de Mao

China no está, en absoluto, preparada para asumir un plan ofensivo de choque cuando las tropas del mikado crucen el estrecho de Weihawei o descubrar su poker; de las 60 divisiones que teníamos previstas entrenar al modelo alemán tal y como se especificaba en el tratado Bauer-Fong del 34, apenas tenemos 15 completas. De todos los cañones Krupp, Bofors, Madsen o Rheinmetall enviados no disponen más que el 30% en perfecto estado, y eso por no hablar de las deficiencias en la red de ferrocarriles que a duras penas mantenemos a salvo de los comunistas en Sichuan y que amenazan constantemente con destruir la fluidez comercial de la HAPRO (Handelsgesellschaft Industrieller zur Verwertung Produkte). Todo ello, por supuesto, a causa de la ineficaz gestión del presidente Chang Kai Chek y sus ministros, muchos de ellos educados a la europea su tozudez aunque terriblemente corruptos. Del imbécil de Kuo, por ejemplo, se diría que se pone el sombrero de copa con un calzador.Pero lo que más me intriga es lo que deben pensar británicos, franceses y americanos de todo esto. No tenemos ningún contacto establecido en la zona internacional con la Foreing office y todo lo que sabemos de sus primos americanos es que en el norte, entran su mercancía por el puerto japonés de Port Arthur, lo que lo convierte en algo de lo más sospechoso.

¿Que andará tramando el tio Sam?

En definitiva, la situación no promete ser fácil, y evaluándolo desde el punto de vista militar es un desastre. No me extraña que los jóvenes oficiales que entrenamos en la academia comiencen un siniestro “ruido de sables” en Nanking; para mí son como pequeñas hormiguitas (asi es como siempre he visto a los chinos) que se encuentran atenazados entre un hormiguero que se viene abajo, unas ratas comunistas y un temible oso hormiguero llamado Hiro-Ito. Tarde o temprano se rebelaran contra su reina y comenzaran a luchar contra todos los enemigos de su patria, hasta que el dragon de China venza o ellos mueran en el intento…

General Wilhelm Gerhardt von Falkenhausen

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